El pasado miércoles 9 de julio, el CITM vivió un momento muy especial con la presentación de ANTRO, un videojuego que regresa al lugar donde nació: las aulas del Centro de la Imagen y la Tecnología Multimedia (CITM). ANTRO es el primer juego de Gatera Studio, un estudio creado por Norman Benet y Pol Ferrando, exalumnos del CITM. El equipo ha compartido con toda la comunidad CITM el último éxito del juego, y es que se ha sido recientemente publicado para consolas PlayStation 5 y XBox.
ANTRO comenzó como un proyecto dentro de la asignatura de Level Design del grado oficial en Videojuegos del CITM en Barcelona. A partir de ahí evolucionó hasta convertirse en el Trabajo de Fin de Grado de sus creadores, quienes continuaron desarrollándolo tras graduarse. Su esfuerzo les llevó a ser seleccionados por programas tan prestigiosos como PlayStation Talents y la aceleradora GameBCN, destacando entre decenas de propuestas de estudios emergentes.
Con la fundación de Gatera Studio en 2022, el alumni del CITM Norman Benet y su equipo —compuesto por perfiles creativos muy diversos— quisieron llevar la cultura urbana al mundo de los videojuegos con una mirada rebelde, crítica y altamente artística. ANTRO es su primer gran proyecto, y ya ha conseguido un reconocimiento destacado: el premio Best Sound & Music en el Indie Dev Day 2022, gracias a su inmersiva integración entre música y mecánicas de juego. Su propuesta musical única también lo llevó a participar en el 2º Indie Games TRS, dedicado a la música en los videojuegos, el pasado mes de noviembre.
ANTRO es mucho más que un juego de plataformas. Es una experiencia donde el ritmo musical marca el tempo del juego, donde los escenarios reflejan una distopía cargada de crítica social, arte, música y diseño. Su universo distópico y estética urbana lo convierten en una propuesta única dentro del panorama independiente.
El regreso de ANTRO a la casa donde se formaron sus creadores es una fuente de inspiración para todo el alumnado del CITM. Su caso demuestra que, con pasión, esfuerzo y colaboración, los proyectos académicos pueden convertirse en productos de gran impacto en la industria de los videojuegos.